En mi escuela cuando entramos a clases los
muchachos se pelean por el puesto de adelante y la profesora castiga a los que
se pelean y los muchachos se pegan por la cara y se golpean por donde puedan,
las niñas se ponen a gritar y nos quitamos los pupitres y nos ponemos a pelear
y siempre la profesora nos castiga como no podemos jugar ni hablar después que
terminemos nos manda pura tarea. Y de pronto llegó un hechicero malvado, se la
llevó y dijo:
-Si ustedes quieren rescatar a su
profesora consíganme una pócima.
Y nosotros le respondimos:
- Pero nosotros no sabemos hacer
una pócima.
-Les voy a dejar algunas pócimas
de las mías inventen una con esas pócimas, mañana me la van a entregar para
probarla. De no ser así su linda profesora va a ser mi esclava.
Y todos nos pusimos a inventar
una pócima para el día siguiente y ¡posf! Sonó.
- ¿qué es eso? -dijimos todos-
Era que habíamos inventado una pócima,
pero a los minutos sonó la alarma.
- ¡no tuvimos tiempo de probarla!
-dice uno de los niños-
y salió el hechicero malvado y
dijo:
- ¿donde está mi pócima?
Y los niños salieron y se la
dieron. El hechicero la agarró y se la tomó y ¡pusf! El hechicero malvado se
convirtió en un sapo verde y viscoso que vivía en un pantano y se fue para
siempre. La profesora salió de un sombrero que tenía el hechicero y los niños
dijeron:
-¡Profesora está aquí, por fin la
vemos!
La profesora les dijo:
-vieron que pueden trabajar todos
unidos y me alegra que hayan aprendido el valor de ser buenos compañeros y que me
hayan salvado de ese hechicero malvado.
Y todos vivieron felices para
siempre.
1 comentarios:
Espero que el sapo verde que vi en estos días no sea el hechicero malvado porque si que es feo. Me gustó mucho tu historia, especialmente los ¡posf! y ¡pusf!.
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