lunes, 3 de octubre de 2011

El hechicero malvado


En mi escuela cuando entramos a clases los muchachos se pelean por el puesto de adelante y la profesora castiga a los que se pelean y los muchachos se pegan por la cara y se golpean por donde puedan, las niñas se ponen a gritar y nos quitamos los pupitres y nos ponemos a pelear y siempre la profesora nos castiga como no podemos jugar ni hablar después que terminemos nos manda pura tarea. Y de pronto llegó un hechicero malvado, se la llevó y dijo:

-Si ustedes quieren rescatar a su profesora consíganme una pócima.

Y nosotros le respondimos:

- Pero nosotros no sabemos hacer una pócima.

-Les voy a dejar algunas pócimas de las mías inventen una con esas pócimas, mañana me la van a entregar para probarla. De no ser así su linda profesora va a ser mi esclava.

Y todos nos pusimos a inventar una pócima para el día siguiente y ¡posf! Sonó.

- ¿qué es eso? -dijimos todos-

Era que habíamos inventado una pócima, pero a los minutos sonó la alarma.

- ¡no tuvimos tiempo de probarla! -dice uno de los niños-

y salió el hechicero malvado y dijo:

- ¿donde está mi pócima?

Y los niños salieron y se la dieron. El hechicero la agarró y se la tomó y ¡pusf! El hechicero malvado se convirtió en un sapo verde y viscoso que vivía en un pantano y se fue para siempre. La profesora salió de un sombrero que tenía el hechicero y los niños dijeron:

-¡Profesora está aquí, por fin la vemos!

La profesora les dijo:

-vieron que pueden trabajar todos unidos y me alegra que hayan aprendido el valor de ser buenos compañeros y que me hayan salvado de ese hechicero malvado.

Y todos vivieron felices para siempre.

1 comentarios:

Anaís Barrios Flores dijo...

Espero que el sapo verde que vi en estos días no sea el hechicero malvado porque si que es feo. Me gustó mucho tu historia, especialmente los ¡posf! y ¡pusf!.

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