¿Quiénes somos?

Este blog les pertenece a tres ruideros, conocidos para los conocedores que les conocen. Y para los que les desconocen, se los presentamos. Sus nombres son Antonio, Ambar y Anna. Sus tíos, los de los ruideros conocidos en las líneas anteriores, son conocidos como Tía Ani y Tío Víctor, y les hicieron este blog de regalo. Y por si querías saber un poco más de ellos, aquí te contamos algunos de sus secretos.

Antonio, el más pequeño de los ruideros, y el único varón, es un fiel amante de los aliñitos y por las noches sale a luchar por la justicia con su traje de superhéroe, hecho con papel aluminio y con una sábana por capa. Bueno, la verdad es que algunas de las cosas que les dijimos anteriormente no son tan ciertas, aunque sí es cierto que todas estas cosas, y muchísimas más, viven dentro del cerebrito de este imaginativo y soñador pequeñuelo.

Anna, la ruidera intermedia, llega nadando a este blog, después de haber vestido las colas de las sirenas del mundo, con sus glamorosos diseños de escamas, lentejuelas y canutillos. Y ahora que a su casa ha llegado, en la silla de su piano se ha colocado, para arrullar con melodías sus más grandes proyectos, porque entre otras cosas, Anna es una chica decidida, con fabulosas ideas para compartir, divertirse y aprender junto a todos.

Ambar, la ruidera mayor, se alza en puntas de pie con un delicado floreo, mientras las luces del escenario siguen el ritmo del ballet y ella se prepara para el paso más complicado: un doble giro en el aire, como remolino de mariposa, para el que ha estado practicando por años; en el baño, en la cocina e incluso sobre la copa de un árbol, sacando sonrisas a todos. Porque Ambar tiene un espíritu risueño y contagioso, capaz de llenar los corazones de gozo.

Para terminar, los Tíos Ani y Víctor, ruideros con experiencia, lograron escapar de un libro de aventuras, en el que habían quedado atrapados. Desde entonces, su casa son los libros, y han estado pasando de uno a otro y a otro, a lo largo de los días, los meses y los años. Y así es como han aprendido grandes técnicas milenarias de magia y escapismo, lo mismo que grandes secretos sobre la vida, el amor y el compartir, que en cada momento dejan regado en este espacio, dedicado a sus sobrinos… y a todos los niños y no tan niños que se acerquen.